En la pelicula The Remains of the Day Stevens es un perfecto mayordomo que viaja por Inglaterra en 1958. Ahora trabaja para el nuevo propietario americano de Darlington Hall. Veintes antes esta mansion vivio su esplendor y Stevens sacrifico su vida al servicio de su señor un aristocrata britanico que se codeaba con las mas altas instancias politicas en un momento crucial para el futuro de Europa. Stevens asistio a los momentos mas intensos de su vida profesional mientras su rutinaria vida personal sufria un inesperado cambio con la llegada de la nueva ama de llaves la señorita Kenton.